Pilar es una profesora muy buena. Tuve la oportunidad de disfrutar de su enseñanza a lo largo de mi carrera universitaria y tengo que admitir que es una de las profesoras de las que me acuerdo con más cariño.

Siempre disponible con sus alumnos, intenta diversificar sus lecciones lo máximo posible, incluyendo vídeos y actividades más dinámicas. No solamente enseña la gramática de la lengua, sino que desarrolla actividades más prácticas para que sus alumnos sigan aprendiendo el idioma y lo utilicen concretamente a través de conversaciones sobre distintos temas.

Otro aspecto que considero fundamental en un profesor es la capacidad de hacer sentir cómodos a los alumnos, característica propia de Pilar. Recuerdo que al participar en sus lecciones no me sentía tensa, sino muy tranquila y con muchas ganas de aprender. Es una persona a la que todos nos sentíamos libres de acercarnos y con la cual podíamos hablar tranquilamente de lo que nos preocupaba por lo que concierne a exámenes y preparación específica para aprobarlos. Con su forma de ser, tan alegre y tranquila al mismo tiempo, nos hacía sentir seguros de nuestras capacidades y eso influía sobre nuestro aprendizaje y nuestra determinación en seguir esforzándonos para aprender el español.

¡Definitivamente una profesora que recomiendo y que sigo recordando con mucho cariño!

Enseñar un idioma no es nada fácil y tampoco aprenderlo. La llave que permite eso es la pasión.

Pilar es una ráfaga de pasión, energía y positividad.

Cuando la conocí ya sabía hablar español, pero ella me dio la seguridad que me faltaba a través de explicaciones y ejercicios originales y dinámicos.

Es muy creativa y quizás sea esta mezcla de creatividad, originalidad y entusiasmo el ingrediente secreto de su didáctica tan eficaz.