Hoy es 23 de abril (en minúsculas, os recuerdo, estudiantitos, porque esto no es inglés, es español), así que toca leer y mucho. El resto del año nos podemos olvidar, pero el 23 de abril que no falten eventos, actividades, firmas de libros y todo lo demás. Me parece estupendo, de verdad; me parece superguay que se promueva la lectura y que haya un día dedicado a ello. Yo hoy me conformaré con animaros a leer en español y con deciros cuáles son mis libros favoritos, aunque no tenga «unos» libros preferidos. Porque, a ver, seamos claros, si te gusta leer —y a ver quién tiene cojones a decir que no, ¡bueno está el patio de la pedantería!—, te gustan muchos muchos libros. Pero, en fin, diremos algunos, no vaya a ser que quede mal hoy en el Día Internacional del Libro (esto, como es una especie de festividad, la RAE dice que tiene que ir en mayúsculas, así que le haremos caso también).

Pues bien, visto que he empezado hablando de minúsculas y mayúsculas normativas, os citaré un libro que no puede faltar en la biblioteca de cualquier profesora de español que se precie: la Ortografía de la lengua española de 2010 de la RAE, que con sus más (inclusión de [casi] todos los aspectos normativos en materia de ortografía española) y sus menos (que no cuente con un índice alfabético y, por ejemplo, el exceso de «mayusculismo» en ciertas áreas —aunque no entraremos hoy en esa polémica—), es una obra de consulta imprescindible. Os invito a comprarlo o a consultarlo gratuitamente en la página de la RAE si, además de leer en español perfectamente, queréis escribirlo también de manera perfecta.

Sin embargo, no os engañaré, la Ortografía me gusta mucho, pero no es mi libro favorito, ni mucho menos. Es cierto que desde que empecé a ser profesora dejé de leer tanta literatura para empezar a leer más libros de lingüística, que también me apasionan, y algunos de psicología, que también me gusta mucho. Además, entre la primera y la segunda disciplina, descubrí un libro fabuloso que seguramente muchos conozcáis: The Language Instinct de Steven Pinker, os lo recomiendo. ¡Pero no, qué estoy diciendo! Aquí de lo que se trata es de leer en español, así que, u os lo compráis en español, u os leéis el libro que os guste; pero eso sí, estudiantitos, estudiantitas, ¡hay que leer en español!

Mis libros favoritos… de literatura

Pues, como os iba diciendo, hay que leer en español, y para ello es bueno o aconsejable que alguien a quien le guste leer y domine bien el español os recomiende algún que otro libro. De momento, más que aconsejaros, os voy a decir algunos de los libros que más me gustan en español, mi «TOP 10» (que, aunque no me gusta nada la expresión, sé que la estabais deseando):

1. Los santos inocentes de Miguel Delibes.
2. Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez.
3. La colmena de Camilo José Cela.
4. Como agua para chocolate de Laura Esquivel.
5. Cinco horas con Mario de M. Delibes.
6. Las ratas de M. Delibes.
7. El Quijote de Cervantes.
8. Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo.
9. Rimas y leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer.
10. Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda.

La verdad es que os mentiría si os dijera que la lista va en ese orden, porque no es verdad; me gustan tanto que no sabría cuál poner primero y cuál después. Y os mentiría si os dijera que son esos porque, la verdad, es que me vienen a la cabeza otros tantos que me gustan por igual; pero, dejémoslo ahí, estos me gustan y mucho. Por otra parte, no, no vais a descubrir literatura superactual conmigo, lo siento, pero me gustan los clásicos, aunque dentro de ellos elegir también, ¡cómo no!: no puedo con los Episodios Nacionales de Galdós, pero me bebo el Quijote que no veas. Y, como habéis podido apreciar, escritores en español hay muchos y buenos, pero donde esté Delibes… Al final soy más sosa de lo que aparento en mis vídeos, ¡pero qué le vamos a hacer! Cada uno tiene sus gustos y para gustos, los colores. Y, en cualquier caso, estas son obras maestras reconocidas internacionalmente; por algo será… Así que aplicaros el cuento y poneos a leer en español, pero ya; y cuando hayáis leído una de estas obras me contáis qué tal. Si queréis empezar con algo facilito (por lo corto digo), leed la obra teatral de Buero Vallejo o Crónica de una muerte anunciada, que se lee ya antes de abrirla… (un genio García Márquez precisamente por eso; y, a propósito, en el 11, Cien años de Soledad).

Pero, bueno, no quiero engañaros, no os que «no me guste» la literatura actual, es que prefiero la «vieja». Sin embargo, hay una novela relativamente reciente, para la cual hice la revisión de estilo porque su autora y amiga así me lo pidió, que os recomiendo fervientemente: Cruzando el río en bicicleta de Ana Cecilia Prenz Kopušar. Y no es que la recomiende porque me convenga, ni mucho menos (al contrario, ella ni siquiera sabe que estoy escribiendo esto), pero es que realmente es una novela buena: un libro autobiográfico que te pone los pelos de punta por lo despiadado que tiene en algunas ocasiones y que te hace que te mueras de la risa por lo divertido en otras. Para mí, y para muchos, es una gran obra, y lo es para mí afortunadamente: imaginad el marrón si hubiera tenido que decirle a mi amiga después de leerla que su primera novela era una mierda. ¡La alegría que me llevé!

Es tarde, estudiantitos, os dejo por hoy, renovando mi invitación a leer en español y mucho; porque, aunque, como sabéis, soy una defensora del discurso oral para practicar, leyendo se aprende (¡y se disfruta!) muchísimo. Y, como siempre, sé que habrá expresiones que no habréis entendido, construcciones sintácticas nuevas para vosotros, pero de eso se trata: de leer en español para encontrar esas nuevas formas que no conocíamos y que nos hacen ampliar nuestro conocimiento para que nuestro español sea cada vez más perfecto. Mientras tanto, como siempre, os invito a seguir leyendo, en este caso, mi blog. ¡Un abrazo y feliz Día del Libro!